El salpimentero, tu mejor aliado en la mesa
Cuando tenemos invitados a comer o cenar en casa, generalmente nos gusta estar pendientes para que todo salga de la mejor manera posible.
Nuestro objetivo a lo largo de toda la velada será que todo el mundo pase un buen rato y que estén cómodos, que se sientan como en casa. Por eso intentamos que nuestro hogar sea lo más acogedor posible: estancias ordenadas, alguna vela encendida, mesa bien puesta, y hasta el libro que se nos ha olvidado recoger le dará un toque de vida y calidez.
El culmen de este arduo trabajo de anfitrión está en intentar anticiparse a las necesidades de todo el mundo para evitar preguntas incómodas. Y ahí es donde entra nuestro protagonista de hoy: el salpimentero.
Preguntar por la sal o la pimienta, para quien ha estado horas preparando una comida o cena, puede sonar un tanto ofensivo, razón por la cual mucha gente evita sacarlo a la luz o lo hacen con un hilo de voz para evitar ser escuchados por todo los comensales.
Por ello, recomendamos que os anticipéis y presentéis la mesa directamente con la sal y la pimienta incorporadas, casi como si fueran parte del mobiliario. Tenéis muchas opciones de salpimenteros preciosos que hacen a su vez de objeto de decoración y, si alguien quiere usarlo, no tendrá reparo en disimuladamente alargar la mano sin interrumpir ninguna conversación.
Os dejamos unas opciones coloridas y muy decorativas que darán luz, color -¡y una pizca de sal!- a cualquier mesa.