Dónde guardar las mantas en casa
Una tarde de frío y mucha lluvia. Pocos mejores planes se nos ocurren que estirarse en el sofá con una buena película y una manta cubriéndonos de pies a cabeza.
Momentos como este convierten a las mantas en un complemento imprescindible en una casa. Además de su gran utilidad, puede ser un elemento decorativo de gran calado, lo que la sitúa en uno de los regalos top 10 para bodas/inauguraciones de casas. En este post veremos dónde podemos guardarlas para sacarles el máximo partido.
El salón es la estancia estrella para tener mantas, podemos tener un cesto o revistero que colocaremos al lado del sofá y guardaremos las mantas enrolladas sobre sí mismas o podemos dejar la manta sobre el reposabrazos del sofá. Mientras que la primera opción la podemos tener todo el año, esta última es mejor reducirla a la temporada de invierno, porque en verano nadie quiere tener cerca una manta.
Otra opción, que nos encanta en época de invierno, es colocar la manta a los pies de la cama, cubriendo todo su ancho y dejándose caer por el borde. No solo queda bien el contraste de colores entre la manta y las sábanas, si no que además podemos recurrir a ella en una noche muy fría.
Todas estas opciones (y las que a ti se te ocurran) conseguirán aportar más calidez a tus estancias y que tu casa sea un hogar. A veces, aunque no sea tu casa, ¡Dan ganas de tumbarse sólo con ver la manta!