Velas aromáticas y fragancias

Dos sentidos se activan cada vez que entramos en una casa por primera vez. El primero, y más evidente, la vista. Si tenemos gusto por la estética, nuestros ojos se van fijando en todos los detalles, buscando la armonía entre formas y colores y descubriendo nuevas ideas para decorar y disponer los objetos.

El segundo sentido, al que damos menos valor pero juega un rol muy importante en esa primera impresión y trataremos en este post, es el olfato. Hay personas que lo tienen más desarrollado y, para ellas, es muy probable que los olores que desprenda cada una de las estancias de un hogar, dejará una huella en su memoria. Aquí te traemos algunos trucos para conseguir que sea muy agradable a “narices” de los demás.

Un aspecto fundamental son los productos de limpieza que se utilizan para limpiar la cocina, el salón y las habitaciones, pero especialmente, la ropa. Sí, aunque parezca mentira, escoger un buen jabón de ropa u otro puede incidir mucho en el olor de nuestra casa.

Ventilar cada mañana la casa abriendo todas las ventanas durante un mínimo de 20 minutos

Otro consejo para garantizar un ambiente agradable es ventilar la casa cada día. Los olores a cerrado y a húmedo son muy molestos y difíciles de quitar. Es por eso que no hay mejor remedio que ventilar cada mañana la casa abriendo todas las ventanas durante un mínimo de 20 minutos y dejar que las propias corrientes que se generen arrastren consigo los malos olores. 

También podemos incluir fragancias que aporten un olor específico a cada estancia. La primera y más natural, son las plantas. Algunas como el jazmín o la albahaca pueden aromatizar con intensidad una habitación, pero hay que tener en cuenta que requieren de cuidado para mantenerlas y, si no garantizamos las condiciones que necesita, tienen una duración limitada.

Una vela aromática grande en el salón o en el recibidor, que podemos encender media hora antes de su llegada para que el olor cale en toda la habitación

La segunda opción son las velas y palillos aromáticos. Nosotras hemos decidido apostar por estos últimos que, escogidos con buen gusto, son el producto ideal cuando tenemos invitados en casa: Una vela aromática grande en el salón o en el recibidor, que podemos encender media hora antes de su llegada para que el olor cale en toda la habitación, y un mikado o vela pequeña en los baños que también habremos abierto con anterioridad.  

De esta manera, los invitados cuando entren en nuestra casa, percibirán aquel olor que ya tenemos definido y el que hemos escogido para recibirlos y hacer que la velada que tienen por delante sea cómoda y agradable. Porque no basta con tener una casa de revista… ¡Quién diría que los olores jugarían un papel tan importante para hacer de nuestra casa un hogar!